Siles Zuazo expulsa a un criminal de guerra nazi

Concluida la Segunda Guerra Mundial en 1945, casi de inmediato la política exterior de los Estados Unidos se volcó hacia la confrontación con su antigua aliada, la Unión Soviética. En ese afán los servicios de inteligencia estadounidenses acantonados en Europa utilizaron a exagentes nazis y criminales de guerra buscados por la Justicia.

Uno de los casos más conocidos es el de Klaus Barbie, protegido, reclutado y utilizado por esos servicios. Los franceses se enteraron de la situación y exigieron que el personaje sea entregado, debido a que en Francia había sido condenado a muerte. Por ello en 1951, después de barajar varias opciones, incluso la de eliminarlo, los precursores de la CIA decidieron enviarlo a Bolivia con el nombre falso de Klaus Altmann. Aquí fue recontactado por la CIA a mediados de la década de los años 60 para recoger información sobre los movimientos revolucionarios que Barbie recolectaba de una red de agentes nazis esparcidos por América Latina. El conocimiento público de estos hechos ocurrió recién en 1984 cuando el Departamento de Justicia de los Estados Unidos ordenó una exhaustiva investigación presidida por Alan Ryan, quien dejó un informe en el que quedaron demostrados estos hechos, incluido el gesto inamistoso de enviar a Bolivia a un excriminal de guerra nazi para después utilizarlo según sus conveniencias. La Comisión Ryan fue el resultado directo de la polvareda levantada por la expulsión de Klaus Barbie-Altmann decidida por el presidente Hernán Siles Zuazo.

En medio de complicados entretelones se dispuso que el Director de Noticias de Canal 7 hiciera la cobertura de la expulsión. La misión comienza a las 22 horas con 34 minutos del 4 de febrero de 1983 cuando el “Hércules” boliviano despega de El Alto en plena lluvia torrencial. Todos los documentales y libros sobre la cuestión transcriben fragmentos y mencionan la entrevista que hicimos, Armando Caballero en la cámara y quien esto escribe en las preguntas, entre otras razones porque resultó la última entrevista de su vida, por lo visto el régimen penitenciario francés no tolera que los criminales encausados se conviertan en estrellas de la pantalla, como ocurre frecuentemente entre nosotros. No tuvimos suerte con las imágenes en movimiento, todas las cintas de video de la entrevista al sujeto y otros ricos materiales se perdieron en la Tv boliviana luego de escasa difusión local. Solo la entrevista en audio, tanto en el avión boliviano como en el francés, se salvó y todavía conservamos para quien quiera escucharla. El tema dio para Barbie-Altmann: de la Gestapo la CIA, libro publicado en 1986 que tuvo tres ediciones impresas y una última digital —descargable sin costo del blog: carlossoriag.com—, contiene la transcripción completa de la entrevista, el relato del viaje más algunos capítulos de reflexión; también en un apéndice incluye (desde la segunda edición) documentos sobre los asesinatos de Luis Espinal y Marcelo Quiroga Santa Cruz, la toma de la mina de Caracoles y la masacre de la calle Harrington, sucesos que tienen el sello inconfundible de la influencia nazi-fascista inoculada en las instituciones castrenses, entre otros, por Klaus Barbie, alias Altmann.

Llama la atención que el escándalo desatado por la expulsión del apodado “carnicero de Lyon” haya motivado en esos momentos un pedido formal de disculpas a Francia por parte de los Estados Unidos, la misma que nunca se extendió a Bolivia, país que resultó víctima de tales acciones. Vale la pena recordarlo.

Carlos Soria Galvarro es periodista.

1 comentario en “Siles Zuazo expulsa a un criminal de guerra nazi”

  1. Gonzalo Elias Vega Gonzales

    Estimado Carlos
    Es una suerte poder leer tus articulos y recordar lo ocurrido años atras,y todo esto gracias a ti que lo relatas con una claridad meridiana y real (tal como pasò)

Los comentarios están cerrados.