Reconocimiento – 40 años de democracia

A tiempo de agradecer al Tribunal Supremo Electoral por esta distinción, deseo hacer énfasis sobre algunas cuestiones:

-En primer lugar, el carácter esencialmente colectivo o social que debieran tener estos reconocimientos. Siento que como individuo no fui ni soy un elemento aislado, sino parte de un movimiento general orientado al establecimiento de la democracia, donde sean respetadas las libertades, rijan las leyes y no el poder omnímodo de personajes o grupos privilegiados y asuman plena vigencia los derechos humanos. En tal sentido, merecen homenaje de admiración y respeto los trabajadores, en especial los mineros, campesinos, estudiantes, periodistas, profesionales, hombres y mujeres de todo el país.

– La lucha por conquistar la democracia no está circunscrita exclusivamente al periodo 1964-1982. Viene desde mucho antes y abarca también los últimos 40 años, lapso en el cual se han presentado no pocas situaciones de retroceso autoritario y de conculcación de la democracia.

– Un aspecto negativo a destacar es la impunidad de la gran mayoría de los autores intelectuales y materiales, cómplices, encubridores y beneficiarios de tales crímenes. Debiera caer sobre ellos por lo menos un castigo moral.

– Expresando el sentir y el pensar de todos y todas que ya no están, porque cayeron en la lucha o porque partieron prematuramente por diversas causas, reitero la indeclinable voluntad de seguir contribuyendo a la construcción de una cultura democrática en el país, en particular con el trabajo de recuperación, conservación y difusión de la memoria.