19/julio/2015 Mario Arrieta Abdalla en su libro “Estación Bolivia” constataba con preocupación la dificultad de remontar el río de la memoria colectiva, sobre todo en un país como el nuestro, capaz de desenterrar y desterrar los huesos de sus personajes históricos, pero no aprender de ellos.
Aquí y Ahora, La Razón. Qué poco se sabe de los ferrocarriles Leer entrada »
Diálogo sobre los quehaceres culturales Mario Castro aclara que el título de su obra no es una paráfrasis de la novela y la película que construyeron uno de los mitos populares más difundidos en el Siglo XX. Sin embargo, para muchos de sus lectores será imposible sustraerse a la inevitable evocación que la simple lectura
Lo que el viento no se llevó 2 Leer entrada »
Con la mejor buena voluntad he buscado en la Agenda Patriótica diseñada por el Gobierno algunas señales de que en el futuro próximo el país pueda contar no solo con una política ferrocarrilera, sino con planes concretos y metas realizables con relación a los trenes. Algún indicio de que por lo menos se detendría la
Ferrocarriles: asignatura pendiente Leer entrada »
Grafómano empedernido. Perdí la cuenta de sus libros editados. Uno de ellos titulado: “Vista al mar”, fue publicado en 1982, tras la restauración de la democracia. Me hizo recordar los dolorosos momentos cuando varios periodistas, entre ellos el actual gobernador de Cochabamba, Iván Canelas, fueron humillados y golpeados por los esbirros de una de las, dictaduras
Carlos Soria Galvarro Leer entrada »
Las acciones guerrilleras comandadas por el Che se iniciaron en Bolivia el 23 de marzo de 1967, tres meses antes de la Masacre de San Juan. Aunque en escenarios completamente distintos y alejados, los sucesos de San Juan no se explican sin la insurgencia del grupo armado en Ñacahuasu. La masacre fue, en última instancia,
La Masacre de San Juan y la Guerrilla del Che Leer entrada »
